La UNESCO estuvo trabajando en 2020 en un proyecto sobre ética de la inteligencia articial. Y lo ha hecho de manera conjunta con empresas de alto nivel como Google, Facebook, Microsoft, así como con universidades como la de Standford o la Academia China de Ciencia y Tecnología; además de consultar a más de 600 participantes. El documento que se prepara es de la talla de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Ello es así porque las expectativas futuras sobre la I.A, son altas, y todos los países se están preparando para una tecnología todavía en fase incipiente pero de progresión muy veloz, que camina hacia una futura tecnología de robótica inteligente con pretensiones de emular al propio hombre que la ha creado.
Por ello, aunque sean tecnologías de gran utilidad a los seres humanos, suscitan preocupaciones éticas relacionadas con los sesgos que puedan llegar a incorporar discriminación, brechas digitales, falta de transparencia… suponiendo una amenaza para los derechos fundamentales especialmente delicada, máxime si tenemos en cuenta que que los países viven una carrera acelerada por conseguir la alfabetización digital. Quienes no sean capaces de afrontar este reto quedarán atrás, con graves consecuencias para su adaptación a las necesidades y circunstancias del SXXI en el que vivimos ya.
En noviembre de 2021 el proyecto de “Recomendación sobre la ética de la Inteligencia Artificial” fue publicado oficialmente en la web de la UNESCO; y aunque no es un texto legalemente vinculante, se espera que todos los estados que forman parte de dicho ente público se unan al acuerdo y lo pongan en funcionamiento, además será la propia UNESCO la que velará para que los estados cumplan con el mismo.
El documento aborda aspectos como pueden ser valores, principios, ambitos de acción política, gobernanza y actuaciones éticas, política de datos, desarrollo y cooperación internacional, medio ambiente, políticas de género, entre otros. Aunque el que hace referencia a “valores y principios” es uno de los más importantes y representativos, haciendo mención a que la dignidad del ser humano es esencial en todo el ciclo de vida de la IA, con independencia de su raza, ascendencia, idioma, religión o cualquier otro motivo. La IA, está reflejada como una herramienta de ayuda al ser humano, y estos podrán interactuar con los sistemas de IA durante todo el ciclo de su vida y recibir su asistencia para mejorar su calidad de vida, tal y como puede ser servir de ayuda para las personas con discapacidad o la tercera edad.