La Crisis Sanitaria como acelerador de cambios en el Sector Legal

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En estos tiempos actuales, la transformación digital, era ya una prioridad para las empresas de la más amplia gama de sectores en nuestra economía. Ahora las nuevas circunstancias derivadas de la crisis sanitaria del COVID -19, han venido a  traer cambios que han llegado para quedarse, cambios a todos los niveles, sociales, culturales y económicos. La Era del ContacLess (menos contacto) ha venido no solo a nuestra vida cotidiana, tambien al mundo empresarial, y dadas las circunstancias, imprime a todo lo que toca una velocidad descomunal. Entre los aliados con los que contamos para la gestión del cambio en las empresas,uno de los más importantes es la tecnología

El sector legal que se había resistido más que otros a la implementación de estas nuevas tecnologías,  tiene una asignatura pendiente que no puede posponer más, ya que esto supone la oportunidad para una renovación y modernización de la profesión absolutamente necesarias.

Hasta ahora prácticamente, sólo grandes firmas legales y un pequeño porcentaje de despachos pequeños y medianos habían emprendido cambios disruptivos adaptándose e intensificando su inversión para crear herramientas innovadoras que les permitieran recuperar el tiempo perdido, mejorar su efectividad y rendimiento y acercarse a nuevas necesidades de los clientes. De hecho se han creado en los últimos años tecnologías que gestionan propiedad intelectual,  cumplimiento normativo o certificación de documentos y un amplio abanico de las llamadas soluciones inteligentes.

Y en otras líneas, también los grandes despachos han provocado cambios en el  modelo de negocio, como el posiciomiento de abogados en los departamentos de las empresas en la modalidad in house, para  asesoramiento bajo demanda y por proyectos.

Sin embargo la mayoría de despachos del sector legal se han desentendido de los cambios tecnológicos, desarrollando la abogacía desde una práctica tradicional desconectada de los avances y de los cambios en las necesidades de los clientes.

No se trata solo de que la tecnología sea un complemento sino de que realmente la tecnología sea un vehículo y una forma de desarrollar la profesión. Por eso la apuesta por investigar y aplicar nuevos desarrollos tecnológicos va aparejada a nuestra proyección y crecimiento. Es un área transversal y que alimenta y enriquece todas nuestras prácticas y aspira a ser nuestra metodología en la medida en que aporte valor a la relación con nuestros clientes y nos permita llegar más y mejor a ellos.Ser “tecnológico” va a dejar de ser un calificativo de distinción para convertirse en elemento integrador y consustancial de todos aquellos profesionales que quieran ser competitivos.

La nueva situación va a empujar a muchos despachos a afrontar cambios (que ya deberían haber emprendido hace tiempo): automatización de procesosrecurrentes que ahorren costes, digitalización masiva de documentos con la consecuente eliminacióndel papel, usando herramientas de gestión de expedientes en la nube, poniendo a disposición del cliente canales de comunicación directos y seguros, o herramientas de videoconferencia de fácil manejo, usando la firma electrónica reconocida como medio habitual de asegurar la integridad de las comunicaciones y automatizando  procesos en las acciones de marketing on line. En definitiva, todo aquello que nos acerque a nuestros clientes y nos permita prestar un mejor servicio.

Igualmente hay que contemplar la flexibilización de servicios jurídicos para adaptarlos a nuevas modalidades de contratación con el cliente, atendiendo a sus nuevas necesidades.

Los aspectos relacionados con la captación y retención de talento hay que abordarlos desde nuevas perspectivas, es necesario también la implementación del teletrabajo en mayor medida. Y nos dirigimos a la deslocalización de abogados y clientes ganando con ello calidad en el servicio tanto en costes como en rentabilidad.

Todo esto ya es presente, el futuro es mucho más ambicioso. Estos nuevos tiempos para el  Sector Legal, en la que además la crisis sanitaria provocada por el Covid- 19 está actuando como acelerador de cambios, es  realmente por mucho que suene a tópico el tiempo de “Renovarse o  Morir”, y es hora que las estanterías llenas de antiguos libros empolvados como símbolo del desarrollo de la abogacía, dejen paso a una nueva imagen renovada más cercana al cliente, moderna y adaptada a la nueva realidad.