Con el evidente incremento en proyectos fotovoltaicos, corredores de energía verde y proyectos donde la #sostenibilidad marca un praxis en las estrategias de innovación de muchos proyectos actuales, se está permitiendo que las energía renovables sean consideradas como aptas y válidas fuentes de generación de energía eléctrica y calorífica.
Aunque la generación de #energía desde fuentes renovables es un hecho, todavía no se ha resuelto la problemática con el almacenamiento de dicha energía cuando las condiciones climáticas no son idóneas para generarla. Estas discontinuidades provocan el riesgo de desabastecimiento energético en ciertos momentos del día.
Dentro del marco estratégico de las Smart Cities, en específico de las Smart Grids, es decir, aquellas redes distribuidas bidireccionales de energía dentro de un territorio determinado donde el consumidor puede ser también suministrador, se promueve la disposición y uso de vehículos eléctricos, o como mínimo híbridos.
Si nos enfocamos en la tecnología #V2G, las siglas en inglés de “Vehicle to Grid”, se describe como el sistema en el cual la energía puede ser suministrada a la red por un vehículo eléctrico conectado a la misma cuando esta no vaya a ser utilizada para el transporte.
Se caracteriza por ser una relación vehículo-red en la cual existe una comunicación constante y fluida que permite la carga y descarga del vehículo, siendo capaz de realizar la carga del vehículo en las horas más baratas y vender la energía para cubrir los picos de la demanda donde la energía tiene un mayor coste, además de reducir la potencia de carga para no saturar la red e incluso programar periodos de carga y descarga en función de las necesidades del usuario del vehículo.
Esta tecnología también se propone como una solución ante la alta demanda energética que supondría el aumento de #VehículosEléctricos. Si no se aplicara ninguna medida podría suponer una carga excesiva para la red, teniendo en cuenta que la mayoría de los usuarios conectaría sus vehículos a las mismas horas. De ahí la necesidad de un sistema inteligente y conectado que automatice la acción de carga de baterías en caso necesario.
Como hemos visto, las ventajas de esta tecnología son muchas, pero las más destacables son:
● Reconvierte a cada vehículo en un sistema distribuido y bidireccional de almacenamiento energético.
● Aumenta la fiabilidad de la red al no depender de un almacenamiento central.
● Aumenta la cantidad de energía renovable disponible para la red durante los picos de consumo.
● Se reduce la necesidad de centrales a partir de combustibles fósiles, no renovables y más caras.
En Bálamo siempre miramos al futuro, y creemos firmemente en un mundo más limpio y sostenible. Para ello, es indispensable apoyarnos en la tecnología, la innovación y el talento.