La nueva regulación europea del cultivo de cáñamo industrial ha impulsado la generación de una industria con un desarrollo enorme. El potencial de esta industria se debe en gran parte a creciente demanda del mercado de sus productos y las distintas aplicaciones que tiene los derivados del cáñamo (médica, cosmética, textil, alimentaria o construcción).
Sin perjuicio del auge de empresas dedicadas al cultivo y procesamiento del cáñamo, esta industria posee una barrera de entrada legal que hace necesario un acompañamiento jurídico profesional y especializado.